lunes, 23 de enero de 2012

Amor con Amor se paga



Iba por el mundo en constante marejada, entregándome a la mar, blandiendo siempre la espada, aunque a veces entre dientes maldecía mi poco acierto con todas las corrientes…

… y yo misma me arrastraba hasta el malecón donde me golpeaba, mal herida la sal me curaba, y de nuevo cuando decidía que era el momento de dejar de nadar, que era el momento de dejarme ahogar…

… sin aviso aparecías y volvía a subir a lo más alto de cada ola, me sentía invencible, hasta que una bocanada de viento volvía a dejarme sin aliento, y así se repetía el ciclo, hiciera frío o calor…

… pero fui notando que poco a poco las fuerzas se me agotaban antes, hasta que al final un día a ti vinieron a rescatarte.

Me quede ahí flotando, pensando en cada batalla, en cada mala brazada que me alejó un poco más de ti, mientras veía alejarse tu barca, me preguntaba a quien pondría ahora al servicio mi espada, pasaron noches y pasaron días, no era capaz de hacer nada.

Tal vez lo soñé o tal vez ocurrió de verdad que alguien al oído me susurró, y cerrando los ojos me metí en ese susurro, donde el tiempo parecía que no pasaba, me sentí por primera vez bien tratada…

… ese susurro sonreía y me hablaba de mundos de hadas, me mostraba como el día siempre me acompañaba, me enseñó que aunque mirara el sol no me cegaba..

Pero creo que desperté, sin saber de nuevo por qué, y me encontré en el mismo lugar, y volvía a no hacer pie…

… supe que a mi no me pasaría, que nadie vendría con su barca, ni vieja ni nueva, ni seca ni mojada, solo yo y mis pensamientos debíamos afrontar aquello, podía permanecer allí… nadie lo notaría… pues de puertas para fuera solo verían alegría, mares en calma y soles eternos.

Pero había calado tan honda la vergüenza de pedir auxilio, que era incapaz de pedir si quiera que me sacaran de aquel sitio…

… así que a solas trabajaba, sacaba brillo a mi espada, para esta vez levantarla tan solo a mi servicio…

… no me vendo tan barata, amor con amor se paga, adiós con dolor se olvida, y si pudiera elegir prefiero volar antes de dar ni una brazada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario