Entras en mis días para después salirte...aveces sigilosa, otras invisible, habitas sin permiso en mis espacios infinitos, te instalas en mis ojos en sutil acampada, los cierro y apareces, los abro y te alejas,si te sigo no te encuentro y solo sin esperarte al girarme estás ahí, tan cerca y a la vez tan lejos, podría tocarte con el olfato, olerte con mis manos...te saboreo con el oído y te beso...te beso con mucho gusto...
...y jugamos a los silencios, a las palabras indecisas, a las emociones contenidas, a que cada cual desarrolle su fantasía, inalcanzable y perfecta, tan distinta y parecida, moldeada por las incidencias que cada día plantea nuevos retos, de la que despertar significaría perder, y dormir un desafío más para jugar con los sueños que se confunden con la realidad.
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