…fue cierto que te tuve, como cierto es que te perdí, nunca
me faltó de nada y siempre que te necesité estabas ahí, me quisiste como era,
me quieres aún más como soy, me miras e intento que cada día tu orgullo crezca
en ti, por tenerme, por saberte en mi mente, por reconocerte en mis palabras,
por verte en mis gestos…
…pero te fuiste, y ahora te echo tanto de menos…hoy paseo y
te pienso, y te querría junto a mi, quisiera contarte lo que nunca pude, volver
a pasear a tu lado, quisiera no me doliera tu ausencia, pero eso... no será
posible…
Hay días que son señalados y
ahora más que nunca quedan marcados por tu ausencia, estarás y lo sé, aunque no
pueda verte, por eso cada día trato de honrarte con mi alegría, dar valor a la vida que me regalaste.
Cada risa te la dedico, cada acto
que requiere un esfuerzo, que necesita un valor, lo ejecuto no sin antes mirar
al cielo, y dedicarte cada éxito, dedicarte cada día completado con algo que
haya valido la pena recordar.
Con cada nuevo aprendizaje moldeo
los que tu me enseñaste, con cada palabra te llevo y si esquivo algunas es
porque aún no puedo…
Siempre estas ahí, y si las
fiestas no son fiestas, si la celebración no se celebra, si se nos esta
pidiendo demasiado, sé que tu entenderás que aún no podemos hacerlo sin ti,
pues entre nosotros habrá un espacio y en el silencio de los que estemos sonará
tu nombre desde dentro, pues todos te queremos y cada día... te seguimos echando
de menos…
….vives en nosotros…
Así es. Precioso Mar.
ResponderEliminar